Los aretes en la oreja son los accesorios de joyería más utilizados en el mundo: los hay de grandes y pequeños, sobrios y extravagantes, de plástico, de perlas y de piedras preciosas, de oro y de plata, para hombres y para mujeres. Son comunes en prácticamente todas las culturas de todo el mundo, pero lo curioso es que son pocos los que saben, siquiera, que existen, como mínimo, 10 tipos de aretes en la oreja.
Conocer las distintas posibilidades (sobre todo, antes de ir a un local a ponértelos) te ayudará a tomar una decisión más certera y original en cuanto al estilo y el lugar de la perforación. Estos son los 10 tipos de aretes en la oreja:
Es el más común y menos doloroso de los aretes en la oreja. Es una perforación simple, tanto así que es muy común ver a bebes con aretes en los lóbulos. También es el que menos riesgo de infección presenta y el que más rápido cicatriza: apenas uno o dos meses. En el lóbulo se suelen llevar los aretes más grandes y, generalmente, se lleva el mismo en ambas orejas.
Justo por encima de la llamada primera perforación o primer orificio, se encuentra el lóbulo superior. Esta es una opción bastante amigable para quienes estén empezando a experimentar con distintos tipos de aretes en la oreja. En general, se pueden disponer hasta 5 aretes en el lóbulo superior, casi siempre pequeños.
El tragus se encuentra en el pequeño cartílago pegado al rostro que sobresale del canal del oído. Es uno de los más populares, de los menos dolorosos y con mejor cicatrización, aunque, sobre todo durante las primeras semanas, hay que tener cuidado de no tocarlo demasiado con el celular ni con los auriculares. Se suelen usar aretes finos y simples, pequeños.
Situado en el pliegue exterior del cartílago interior, por encima del lóbulo superior, directamente enfrente del tragus (de ahí su nombre), estos aretes suelen ser finos o pequeños.
El Hélix se ubica en el borde exterior superior de la oreja, sobre el cartílago. Su tiempo de cicatrización puede variar bastante (de 6 a 9 meses), sobre todo dependiendo de la posición de descanso. Muchas veces se coloca primero un arete de tipo stud o botón, que luego se reemplaza por el arete de preferencia. En esta parte del cartílago se suelen disponer de hasta 5 aretes, en general pequeños.
El contra hélix, también llamado antihélix, se encuentra en el cartílago más cercano al rostro, directamente enfrente del hélix. Su tiempo de cicatrización es parecido al del hélix, pero cabe hacer notar que, por su posición, puede ser molesto para quienes utilicen anteojos de forma cotidiana, así como también mascarillas. Por esto, en esta parte de la oreja se suelen utilizar aretes más pequeños, tanto finos como gruesos.
Ubicado en el pliegue interior de la parte superior del oído, el rook es uno de los aretes en la oreja que más tiempo precisa para cicatrizar. Su posición restringe un tanto la posibilidad de aretes grandes o gruesos, que podrían resultar sumamente incómodos, sobre todo para dormir.
Puesto de moda en los últimos años, el flat es una perforación directamente sobre el pliegue superior de la oreja. Es un lugar ideal para aretes planos y delicados, ya que ayuda a realzar un estilo moderno y elegante.
Justo por debajo del rook, en el pliegue de cartílago más interior de la oreja, se ubica el daith. Su posición lo protege de la posibilidad de irritarse durante las horas de sueño. Es, además, una de las únicas partes de la oreja en la que se recomienda empezar con un arete de argolla en lugar de un stud.
En los últimos años, este arete se hizo popular por una serie de publicaciones en las que se afirma que alivia el estrés y la ansiedad, aunque estas afirmaciones no están comprobadas.
Uno de los menos dolorosos, se ubica en el cartílago exterior, justo al medio de la oreja, sobre el antitragus. En esta parte del oído se suelen utilizar aretes que abrazan o envuelven al cartílago, los que pueden ser finos y sobrios o, también, gruesos y llamativos.
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