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El oro ha cautivado a la humanidad desde tiempos inmemoriales y su encanto se mantiene vigente hasta hoy en día. Quién no aprecia recibir unos delicados aretes en sus 15 años, un dije de oro el día de su graduación o un brazalete del mismo metal precioso en su aniversario de bodas.
Podría decirse que ningún otro metal ha gozado de tanta estima a lo largo de la historia de todas las civilizaciones. De manera que no sorprende que las joyas de oro sean tan apreciadas hoy en día, tanto por su valor real como simbólico. Y que, por lo tanto, sean una de las mejores opciones de regalo cuando se desea homenajear a una persona muy especial.
El oro ha ocupado un lugar especial en la historia de la humanidad, tanto por su valor real como simbólico. Desde las civilizaciones más antiguas como el Antiguo Egipto, Grecia, Roma y Asia, pasando por las grandes civilizaciones americanas como los Incas hasta llegar a la época moderna, el oro ha sido siempre un símbolo de belleza, poder y status.
Ha sido utilizado como moneda de cambio en Grecia, para elaborar joyas y artículos de valor en Roma y en Asia y en rituales funerarios y como moneda en Egipto.
En las civilizaciones americanas, los Incas veneraban el oro como “el sudor del sol”, mientras para los conquistadores españoles era símbolo de riqueza y poder. No en vano muchos de ellos perdieron la vida en la búsqueda de El Dorado, una leyenda sobre una supuesta ciudad hecha de oro ubicada en Sudamérica.
Ya en la era moderna, el oro ha sido utilizado como reserva de valor. Muchas monedas estuvieron respaldadas por oro hasta bien entrado el siglo XX y todavía hoy se utiliza como un activo refugio.
Pero el mayor uso es en joyería. Casi el 80% del oro extraído anualmente en el planeta, se convierte en hermosas y delicadas joyas que tienen una gran demanda, principalmente para la fabricación de alhajas como anillos, dijes de oro, aretes o collares y hasta tobilleras.
La joyería es mucho más que piedras y metales preciosos. A menudo una joya tiene una gran carga simbólica y conmemorativa.
La Reina Victoria, por ejemplo, que fue un personaje muy influyente en el desarrollo de la joyería, utilizaba dijes de oro y otras joyas como símbolos personales y como piezas para recordar ocasiones felices. Ella popularizó los medallones que contienen retratos que luego se extendieron por todo el mundo y han llegado hasta nuestros días.
Esta monarca inglesa también mandaba a sus joyeros a confeccionar piezas para recordar su amor por su esposo, el príncipe Alberto, o el nacimiento de sus hijos nueve hijos.
Durante el Siglo XX, los dijes de oro que habían sido popularizados por la Reina Victoria, continuaron ganando fama hasta llegar a ser casi un boom en las décadas de 1950 y 1960.
Esta joya continuó reflejando el espíritu conmemorativo que le imprimió la Reina Victoria. Así que comenzaron a utilizarse dijes de oro como regalo a las niñas cuando alcanzaban los quince años o la mayoría de edad.
Muchos eventos importantes quedaban grabados con un nuevo dije en donde incluso se podía mandar a grabar alguna frase especial, al mejor estilo de la monarca inglesa.
Como habrás notado ya, los dijes de oro son muy utilizados como regalo para festejar y conmemorar alguna ocasión especial. El nacimiento de un bebé, un aniversario de bodas, una graduación y más.
Cuando se trata de hacer un regalo siempre surge la duda de cuál es el más indicado. Si el presupuesto no es un problema, las joyas siempre serán una buena opción y, dependiendo de la ocasión, regalar una prenda de oro es casi una obligación.
La joyería de oro es la clásica opción de regalo cuando se trata de hacer notar nuestro verdadero aprecio y estima. Una prenda de oro es generalmente un regalo costoso y por lo tanto es un regalo muy apreciado, porque es una forma de expresar lo importante que es para ti la persona a la que le obsequiarás la prenda y también la ocasión por la cual lo están haciendo.
Pero las razones por las que una joya de oro puede ser un gran regajo van mucho más de lo anterior. A continuación, diez razones principales por las que siempre regalar una joya de oro será una excelente opción.
El oro sigue siendo el material más apreciado en joyería por su belleza y nobleza y es por esto que una joya de oro nunca debe faltar en el joyero de una mujer o de un hombre.
Una joya de es un activo que se puede mantener durante toda la vida y además heredarlo. Si se cuidan podrán ser disfrutadas por varias generaciones y hay una gran cantidad de opciones de joyas de oro que garantizan que nunca pasarán de moda. Temporada tras temporada, podrán utilizarse en una ocasión especial para resaltar el atuendo.
Una joya de oro es para toda la vida. Y si es una pieza exclusiva como alguna de la colección Chopard, vas a tener la seguridad que resistirá el paso del tiempo y que, por supuesto, se revalorizará.
Las prendas de oro generalmente conservan el valor en el tiempo. Cuando se adquiere o se regala una joya de oro por lo regular no se compra como inversión, pero con el paso del tiempo, en su mayoría conservan o aumentan su valor y funcionan perfectamente como una forma de inversión.
Una de las dificultades de escoger un regalo es conseguir algo adecuado para la edad de la persona a la cual quieres homenajear. Una joya de oro es una excelente opción a cualquier edad. Desde un recién nacido al que se le puede obsequiar una pulsera de oro con su nombre grabado, unos divertidos aretes para adolescentes o una gran variedad de prendas para jóvenes y adultos.
Aunque las joyas de oro como regalo son muy apreciadas para ocasiones especiales y eventos importantes, en realidad serán bienvenidas en cualquier oportunidad. Una joya de oro es propicia para cumpleaños, aniversarios, como regalo de boda, de graduación, nacimientos, como regalo de navidad y hasta de agradecimiento.
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